Por fin pasó esta fecha tan esperada por todos, la verdad estuve más nostálgico que de costumbre, recordando los festejos pasados y sobretodo la gente con la que estaba, y aunque suene feo no extraño a esas personas, y el darme cuenta de esto me tenía pensativo… no se si se entendió la idea, pero bueno, ni yo la entiendo del todo.
De igual forma pensé profundamente en este año, de aparente “inactividad” en el que pasaron muchas cosas, un año con el que estoy profundamente agradecido, un año que siempre voy a recordar… empezó con la salida de la Universidad, el curso de verano, tropezones y confusiones en el área sentimental, posteriormente mi nariz cambió para siempre y visité el hospital en numerosas ocasiones, empecé mi proceso psicoterapeutico y comencé el proyecto del consultorio el cual dejó numerosos aprendizajes y muchos huecos en el bolsillo, además de que, dentro de esas seis paredes conocí a una de las personas más importantes en mi vida, y de la que me enamoré rápidamente (y no, no era un paciente). De ahí el tiempo se volvió medio extraño, salí del closet en mi casa, hubo disputas familiares, sobreviví a una pandemia refugiado en Puerto Vallarta, y en medio de dos festejos me nombraron Licenciado en Psicología, mis rutinas cambiaron e ir al centro y al norte de la ciudad se volvió cotidiano, empecé un nuevo proyecto que ahora me tiene estresado… pero en fin, un año atascado de cosas buenas, un año en el que he crecido y aprendido como en ningún otro, en el que incluso mis gustos e intereses cambiaron.
Gracias a todos por este año de vida compartido.
Y por sus mensajes, llamadas y regalos… ah no, esto último no, no hubo jajaja
A Jorge por regalarme su tiempo matutino.
A Jaime por su compañía, pastel feliz y risas.
A Pablo por una plática memorable.
De igual forma pensé profundamente en este año, de aparente “inactividad” en el que pasaron muchas cosas, un año con el que estoy profundamente agradecido, un año que siempre voy a recordar… empezó con la salida de la Universidad, el curso de verano, tropezones y confusiones en el área sentimental, posteriormente mi nariz cambió para siempre y visité el hospital en numerosas ocasiones, empecé mi proceso psicoterapeutico y comencé el proyecto del consultorio el cual dejó numerosos aprendizajes y muchos huecos en el bolsillo, además de que, dentro de esas seis paredes conocí a una de las personas más importantes en mi vida, y de la que me enamoré rápidamente (y no, no era un paciente). De ahí el tiempo se volvió medio extraño, salí del closet en mi casa, hubo disputas familiares, sobreviví a una pandemia refugiado en Puerto Vallarta, y en medio de dos festejos me nombraron Licenciado en Psicología, mis rutinas cambiaron e ir al centro y al norte de la ciudad se volvió cotidiano, empecé un nuevo proyecto que ahora me tiene estresado… pero en fin, un año atascado de cosas buenas, un año en el que he crecido y aprendido como en ningún otro, en el que incluso mis gustos e intereses cambiaron.
Gracias a todos por este año de vida compartido.
Y por sus mensajes, llamadas y regalos… ah no, esto último no, no hubo jajaja
A Jorge por regalarme su tiempo matutino.
A Jaime por su compañía, pastel feliz y risas.
A Pablo por una plática memorable.
1 comentarios:
Definitivamente muchos cambios... pero a la vez mucha felicidad, en vdd no sabes el gusto q' me da. TQM hermanito... muac
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